“El rol de la figura materna es de importancia vital porque constituye un pilar fundamental para el desarrollo cognitivo, social y emocional del niño. Si no hay una adecuada vinculación con la madre, el niño no podrá tener la suficiente seguridad para poder explorar y conocer el mundo ni desarrollarse cognitivamente. Así lo indica Carla Cortez, médico psiquiatra de la Dirección de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi”.
La médico psiquiatra Carla Cortez, indicó que la relación madre-niño se da desde el nacimiento y se sigue desarrollando en la infancia. De esta manera ayuda a modelar la personalidad del niño y brinda el primer modelo de relaciones de confianza, seguridad y autoestima en el niño, y determina la forma cómo se relacionará con personas significativas a futuro.
“El vínculo madre–hijo es muy importante no solo en las primeras etapas de vida. Cuando el niño es bebe requiere una mayor atención, cuidado y otras necesidades más de protección. Esas necesidades de vínculo no terminan sino que continúan y van cambiando conforme el niño va creciendo y llegue a la etapa adulta”, acotó la especialista.
¿Hay un prototipo de madre?
La M.P. Carla Cortez expresó que no hay una madre perfecta. Una madre tiene tres características importantes: que sea suficientemente buena, lo que implica que sea sensible a los mensajes y a las señales que da un niño; que esté disponible ante los requerimientos y necesidades del niño; y que sea consistente, es decir que sea una mamá permanente, acompañando siempre al niño en acontecimientos o situaciones importantes de su vida.
La madre ausente
La especialista señaló que si la madre biológica no está presente, otra persona puede ser la que sustituya y ocupe ese rol de madre. Puede ser un cuidador principal o el padre que asuma esa relación y que sea lo suficientemente sensible, disponible y consistente en el tiempo y esté presente para ese niño en su desarrollo emocional y físico.
Manifestó que el niño siempre se vincula con la persona que está con él, pero la calidad de su vínculo va a ser diferente si es que la madre está ausente del todo o si es que la madre está presente físicamente, pero ausente emocionalmente. El padre también puede cumplir esta función, porque puede desarrollar una relación cercana; tiene que ser un padre que le de confianza y seguridad y logre confortarlo en situaciones de ansiedad. Si el padre cumple esa función entonces el niño puede desarrollar un vínculo relativamente saludable.
Recomendaciones
Carla Cortez, recomendó que es necesario que se intervenga con la madre tempranamente desde el embarazo, en las fases cercanas al nacimiento, en la etapa postnatal, y en los primeros meses para mantener una adecuada salud mental y estabilidad emocional.
Es necesario que las madres cuenten con una red de apoyo que vea sus necesidades y funcione de sostén para que pueda cumplir su labor maternal.
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Lima, mayo 2018
Oficina de Comunicaciones
