por Roger Prat 21 comentarios
Uno de los principales temores de la gente que debe hablar en público es el miedo a quedarse en blanco. El miedo a no ser capaces de memorizar el texto.
Cuando se trabaja con tiempo, el estudio y la práctica repetida de nuestro discurso terminan por fijar el texto en nuestra memoria de forma natural y sin demasiado esfuerzo.
Sin embargo, no siempre disponemos de tiempo; porque nos han hecho el encargo con poco tiempo, porque hemos estado haciendo retoques hasta el último día, porque no hemos podido dedicar tiempo a memorizarla, y una larga lista de etcéteras.
Cualquiera que sea el motivo, la falta de tiempo nos obliga a forzar la máquina para aprender nuestra presentación en tiempo récord.
¿Qué podemos hacer para acelerar el proceso de memorización de nuestra presentación?
Yo soy de los que siempre andan escasos de tiempo. En este artículo voy a compartir 3 recursos que utilizo y que me ayudan a memorizar mis presentaciones rápidamente.
1.- Dota tu presentación de direccionalidad.
Dicho en otras palabras: que tu presentación tenga un hilo argumental claro.
Cuando construimos nuestro discurso de forma que todo el texto siga una línea narrativa con sentido (especialmente cuando usamos el Storytelling), estamos facilitando que nuestra memoria pueda recordar mejor el guión. Cuando los argumentos de nuestra exposición están ordenados siguiendo una secuencia lógica nuestra capacidad de recordarlos es mucho mayor que si los elementos están distribuidos aleatoriamente.
Y a malas, si en un momento dado nos quedamos sin saber que tocaba decir, acudimos rápidamente a nuestro hilo conductor para seguir el discurso saltando, si es preciso, el trozo que no hemos podido recordar.
La direccionalidad que le da ese hilo argumental nos permite continuar el speech manteniendo la intencionalidad intacta. Es decir, que aunque olvidemos una frase, podremos llegar igualmente al mensaje principal de nuestra presentación porque en todo momento sabemos hacia donde vamos.
2.- Divide y vencerás.
A la hora de memorizar el texto, divide la presentación en pequeños apartados temáticos.
Luego, ordénalos de forma lógica siguiendo el hilo argumental de la misma y memorízalos por separado. Al tratarse de fragmentos cortos, nuestra velocidad de retención aumenta y nos permite centrarnos en aquellos en los que tenemos mayores problemas.
Para nuestra tranquilidad, podemos llevar con nosotros un papel con una palabra clave para cada uno de los apartados (o el inicio de cada uno de ellos) ordenados siguiendo el hilo argumental. Eso nos ayudará a recordar el orden sin necesidad de llevar todo el texto escrito y dar la sensación que estamos leyendo.
3.- Memorízalo como quien se aprende una canción.
¿Cómo nos aprendemos las canciones que nos gustan? ¿Alguien se encierra en su habitación para estudiarse la letra? ¿El proceso de memorización es consciente o inconsciente?
En la mayoría de los casos, nos aprendemos las canciones a base de escucharlas. Y eso no significa necesariamente estar concentrado en la canción. Muchas veces, la escuchamos mientras realizamos otras tareas, sin prestarles atención, y a pesar de ello nos la aprendemos al cabo de haberla oído entre 5 y 10 veces. Y de cantarlas en voz alta.
Pues ese mismo sistema lo podemos aplicar a nuestras presentaciones siguiendo unos pasos muy sencillos.
- Escribimos el texto de nuestra presentación.
- Lo grabamos en un fichero mp3 o similar. Es aconsejable grabar cada uno de los apartados por separado para poder acudir a cualquiera de ellos con facilidad.
- Nos los ponemos de fondo varias veces de mientras hacemos otras cosas (por ejemplo, mientras acabamos el diseño de nuestras slides).
- Pronunciamos nuestra presentación en voz alta.
- ¿Hay apartados que no recordamos bien? Los volvemos a escuchar (yendo en el bus, en el coche, mientras cocinamos…) y luego los volvemos a pronunciar en voz alta.
- Si el caso es muy extremo nos los podemos poner de fondo mientras dormimos (eso yo no lo he probado nunca).
- El día de la presentación, relájate y verás como el texto fluye de forma natural.