"Esta gente vive oculta y con mucho miedo. En principio son personas que no existen. Viven aquí sin ningún tipo de derecho." dice Marisa Franco, encargada del servicio social internacional de Caritas en Colonia, Alemania, en una entrevista con DW-WORLD.
Se calcula que en Alemania viven entre de medio y un millón de personas sin derecho de residencia. En toda la Unión Europea son aproximadamente 3 a 4,5 millones. A diferencia de los demás países europeos, Alemania nunca ha otorgado una amnistía a los residentes ilegales, que de hecho forman parte de la fuerza laboral.
Los problemas más serios a los que están sometidos los ilegales en Alemania son parecidos (sino idénticos) a los que tienen que sufrir en otros países: imposibilidad de acceder a escuela y formación, asistencia sanitaria, mercado laboral.
Embarazos peligrosos
"Los casos de mujeres embarazadas sin permiso de residencia aumentan considerablemente y constituyen un problema bastante común entre los ilegales", cuenta Marisa Franco. "Si se deciden ir a un hospital tienen que cubrir ellas con los costos ya que no disponen del seguro de enfermedad".
"Los médicos no delatan a los ilegales. Yo conozco un solo caso en el que un médico denunció a una embarazada ilegal a las autoridades alemanas", dice Marisa Franco. Pero los problemas no terminan con el nacimientos de los niños. Para ellos empiezan ahora las difficultades. Sin certificado de nacimiento no tienen derecho de inscribirse en una escuela. Son los niños los que más sufren por la ilegalidad de los padres. Un hecho especialmente criticado por las iglesias en Alemania, que abogan por una reforma de las leyes.
Marisa Franco, de nacionalidad española, es la persona a la que acuden los extranjeros de habla hispana en Colonia, sean legales o ilegales. Trata de ayudar en todos los asuntos sociales, especialmente en cuestiones donde los extranjeros necesitan asesoría en su lengua.
Asunto a resolver
La encargada social aboga por establecer unos estándares mínimos que aseguren la educación de los niños, la atención sanitaria y la posibilidad de denunciar al patrón si se niega pagar el salario, aunque se trate de un trabajo clandestino.
"A mi oficina llegan sobre todo Ecuatorianos y Colombianos ilegales, aunque también de todos los otros países de América Latina", cuenta Marisa Franco. "El número de inmigrantes ilegales aumentará. Intentan huir de la situación insoportable en su país, de la pobreza, o de la situación política." La inmigración total es un reto que Alemania y Europa tienen que afrontar en el futuro.
